La miel de brezo es de un color ámbar claro, generalmente con claras tonalidades rojizas.
Posee un aroma muy intenso y muy persistente a hojarasca en otoño, a humus o a setas.
Este tipo de miel tiene un gusto dulce, con un claro componente amargo y notas saladas, que son mayores si hay acompañamiento de mielatos; en este caso, aparecen notas malteadas en el retronasal.
La miel de brezo tiene tendencia a la cristalización variable: alta si lleva acompañamiento de leguminosas de pradera; baja si lleva acompañamiento de mielatos.
La zona de producción de esta se ubica en matorrales del piso montano silíceo de toda la península durante el verano.